jueves, 16 de junio de 2011


La muralla exterior, o tercera fase, es el fruto del desarrollo a mediados del siglo XIV de los arrabales de la ciudad islámica, que cercaba el barrio de los Alfareros –Realejo- y el de los Halconeros –Albaicín y San Miguel-. Este tramo de la fortificación islámica es el más extenso y cuenta con cerca de cuatro kilómetros de los que sólo se ha desenterrado un tercio del perímetro, que corresponde a los restos del Cuarto Real de Santo Domingo, la Muralla Nazarí situada al norte o margen derecho del río Darro.

Las investigaciones arqueológicas ubican este último trazado alrededor de La Cartuja, Puerta de Fajalauza, la Torre del Aceituno, el cerro de San Miguel y el Sacromonte, encerrando una zona prácticamente deshabitada en la actualidad. No obstante, recientes excavaciones han demostrado la existencia de una ocupación mucho mayor en la época nazarí, justo antes de la conquista de Granada por los Reyes Católicos.

Una Leyenda

Hemos paseado por la placeta de la Cruz de la Rauda, que debe su nombre al cementerio árabe o 'rauda' que allí hubo; junto a él se encontraba la 'Arrauda', o mezquita del enterramiento. En esta placeta está la cruz de piedra sobre la que se cuenta una bella historia. El encargado en tiempos de Boabdil de la custodia de la Torre del Aceituno, el alcaide Aben Farag, tenía una bellísima hija de nombre Celia. Sabedora ésta de que su padre la había prometido con el alcaide de Moclín, decide citar en la rauda a su amante Alí, hijo de árabe y cristiana. Enterado de la cita, un negro llamado Tarif, también enamorado de Celia pero no correspondido por ésta, se lo comunicó al de Moclín y ambos acudieron a espiar a los amantes. El negro Tarif, celoso, mata a Alí y, gritando que Celia era sólo suya, mata también al de Moclín, mientras Alí en su agonía se arranca una cruz que llevaba al cuello dándosela a Celia. La cruz de Alí se encontró entre las piedras al tomar la ciudad los Reyes Católicos, que enterados de lo sucedido, mandaron levantar allí la cruz de piedra, conocida aún como la Cruz de la Rauda, por el eterno descanso de los muertos y por la salvación de Celia, que vagó enloquecida lanzando angustiosos lamentos. Dice la leyenda que hasta hace poco las mujeres que acudían a por agua al aljibe de San Luis, oían estos lamentos que salían de una sombra tras la cruz. En cuanto al origen del nombre de Cerro del Aceituno, se debe a que según se cuenta había un olivo que florecía, echaba fruto y maduraba en un solo día.

Romería de San Miguel Alto - GRANADA

En la época de dominación árabe existía la leyenda de que en el conocido Cerro del Aceituno o también Cerro de los Diablos, había un milagroso olivo que sólo en un día era capaz de ofrecer sus frutos con todo el proceso de maduración de manera simultánea. Y con tal se celebraba una fiesta en el día de la Ankara junto a una torre que allí se elevaba.
Después de la conquista cristiana de la ciudad el lugar pasó a llamarse Cerro de los Ángeles y se edificó una pequeña ermita en la que se dijo misa por primera vez en 1673. Esta ermita fue arrasada por los franceses en 1810, pero el empeño de la Hermandad la volvió a erigir en 1828.
Aunque es una fiesta local del barrio del Albaicín, tiene una enorme repercusión en toda la población de Granada que asiste a la romería que comienza a primeras horas de la tarde.
La Ermita del Arcángel San Miguel, San Miguel Alto, preside la ciudad de Granada puesto que se encuentra en un alto, el Cerro del Aceituno, en la muralla del siglo XIV. Se celebra la romería de San Miguel Alto el último domingo de septiembre.
El día de la romería, los romeros se dirigen al Albaicín en carretas y caballos, para sacar en andas una de las imágenes del Arcángel, hecha especialmente para salir en procesión. La imagen recorre las calles del Albaicín y regresa de nuevo a su ermita en la tarde.
La imagen original permanece en el altar. San Miguel tiene muchos devotos. Siempre se le ha relacionado con la Reconquista y la expulsión de los musulmanes en la Reconquista. El tradicional dragón derrotado por el Arcángel tiene en Granada rostro moro.